jueves, 30 de junio de 2011

Equilibrista

Ilusionarse es comparable al peligroso arte del equilibrismo. Quien lo practica está caminando solo, balanceando y limitando toda su conducta a dar un paso más. Hay quienes lo hacen rápido, aunque sería mejor hacerlo lento, bien lento.
Al ilusionarnos tratamos de medir cada movimiento, para que no sobre ni falte, siempre con miedo a caernos. No podemos darnos vuelta y caminar por la soga ya andada, es tarde para eso. No hay vuelta atrás, no podés rendirte ni renunciar. Simplemente hay que tratar de no caerse. 
El equilibrista trata de controlar sus emociones,  no dejarse llevar, mantener la calma, hay veces que hasta se pierde de vista el objetivo. Pero, ¿Cómo controlar ese sentimiento de "puedo llegar, estoy cerca, lo voy a lograr", si hay veces que, a pesar que te dicen que no lo hagas, miramos para abajo y vemos a la altura que estamos? Equilibrista, tratá de no llorar del miedo y pensá con los pies.

Y no te caigas que terminamos todos en la mierda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario