martes, 30 de agosto de 2011

Violà!

Bueno, equilibrista, hasta aquí hemos llegado. Si hubo alguna vez que te tuve fé, fue ésta, porque llegaste casi hasta el final, ¡un aplauso!. No estés mal, que de todo se aprende y el tiempo cura todas las heridas. Es más, deberías sentir orgullo, ¿no te parece? Si mal no recuerdo, antes no llegabas a dar dos pasos en la soga sin caerte de los nervios que tenías, ¿te acordás cómo te autocomplotabas antes de siquiera empezar a tomar altura? No voy a considerar que perdiste porque por primera vez, no te diste la cara contra el piso, porque aprendiste a caminar, porque ésta vez valió la pena y porque por primera vez, te vi con una sonrisa mientras hacías tus piruetas.
Creo que en tu profesión no hay nunca caídas, si uno lo piensa. De todo, absolutamente todo, se aprende. Y me invade la certeza que de ahora en más, vas a saber mejor cómo balancear tu cuerpo y vida, vas a saber a qué edificio te tenés que subir y a cuál no, y en el caso que te equivoques a medio camino, sé que vas a tratar de bajar con la mejor de las sonrisas en la cara.
No te preocupes, que todo va a salir bien, y algún día vas a llegar a la otra punta.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Ella transita las calles de Buenos Aires
marchando al compás de la música de su corazón
Flota por la calle, perdida de las miradas de los demás,
que la observan con intriga y sorpresa

Ella se siente bien, se siente radiante,
ya que cree, como Cocó Chanel,
que las mujeres más lindas son las más felices.
Entonces ella debe ser la mujer más hermosa de la noche

¿Por qué sonreirá tanto? ¿Qué esconde esa sonrisa de Mona Lisa?
¿Habrá tenido un asenso? ¿Recibió buenas noticias?
¿O es que simplemente siempre le da la bienvenida a la gente con un ritmo musical y ojos sonrientes?
Para mí no.

En mi humilde opinión, si ella me lo permite,
es que ella tiene algo que muchos desesperan en conseguir
Ella tiene una buena razón para vivir, 
Ella está enamorada.